La pandemia que hemos sufrido (y a la que poco a poco vamos viendo salida) ha afectado a la economía en muchos sectores y niveles. Esto ha tambaleado toda la estructura de nuestro país, y una de las consecuencias que encontramos es el aumento de impagos hacia las empresas.
Aunque en los últimos años se han ido normalizando algunos sistemas como pagarés o facturas cobradas a 30, 60 o 90 días; este pasado 2020 ha sido todavía más duro y lleno de incertidumbres. Y esta incertidumbre es fatal para los empresarios.
Según CEPyME (Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas), más del 60% de las PYMES sufre algún tipo de impago desde los meses posteriores a la pandemia. Si este es tu caso, no tardes en ponerte en contacto con nosotros para comenzar a trabajar en recuperar ese dinero.
Cómo prevenir los impagos
Como ya hemos visto, es probable que tú o alguien que conozcas se encuentre en esta situación tan desagradable. En nuestro blog hemos hablado anteriormente de cómo afrontar el cobro de morosos, pero hoy queremos darte algunas ideas para que eso no llegue a ocurrir.
Sabemos que no será sencillo implantar todas estas opciones, y que más de un cliente puede quejarse en un primer momento. Pero si quieres que tu negocio tenga una buena salud financiera, debes poner en práctica estos consejos para conseguir los mejores resultados.
Consulta las bases de datos de morosos
Si es la primera vez que trabajas con una empresa que desconoces, busca su nombre en las diferentes bases de datos de morosidad en España. Así conocerás su situación financiera y si tiene algún impago con otros negocios, y así podremos decidir mejor las condiciones con las que trabajaremos.
Establece las formas de cobro
Se encuentre o no en una lista de morosos, debes ser claro a la hora de fijar las condiciones de pago. A veces no lo hacemos por temor a dar una mala imagen o perder al cliente, pero debemos ser concisos para conseguir algo beneficioso para ambas partes.
Cumple con tu parte del trato
Tanto con tus clientes como con tus proveedores, debes dar ejemplo. A tus clientes, ofréceles tus servicios siempre con la máxima profesionalidad y en los tiempos acordados. A tus proveedores, págales en el momento que se haya establecido para que se te reconozca como un negocio serio.
Penaliza los impagos
Puede ser interesante incluir cláusulas en el contrato que penalice al cliente si se retrasa con los pagos. Si está justificado y documentado en un fichero firmado por ambas partes, podrás acogerte a esta norma para reclamar la deuda o, si se siguen incumpliendo plazos, llegar a los tribunales.
Adáptate a las necesidades
Este punto es clave: nadie conoce a tus clientes mejor que tú mismo. Si sabes que ya han dado algún problema antes o, por el contrario, son unos excelentes pagadores; puedes cambiar tu discurso cuando te enfrentes a un impago. Como ya hemos dicho, establece unas condiciones favorables para ambos.
Plantea una política de crédito
Lleva actualizada una base de datos de tus clientes y, dentro de ella, el formato de pago de cada uno. Así podrás analizar el histórico y plantear si es interesante lanzar una política de crédito para tus clientes habituales, siempre manteniendo tu riesgo controlado y con números que puedas soportar.
Aquí te hemos señalado algunos puntos importantes para evitar impagos en tu empresa. Pero sabemos que, en muchas ocasiones, no sirven de nada y terminan dejándonos una factura (o más) por pagar. Contacta con nosotros y nos haremos cargo de tu situación para ayudarte a avanzar en tu proyecto.