Lamentablemente, la cifra de clientes deudores ha ido creciendo en los últimos años y no parece que vaya a disminuir.
Por ese motivo, la opción de pagar por adelantado sería lo ideal para evitar impagos, aunque la realidad es que no es una práctica muy habitual. Mi consejo es intentar cobrar, por lo menos, una parte antes de entregar el servicio o el producto acordado. Si ya has entregado lo acordado pero tú cliente no ha pagado, a continuación te enseño cómo gestionarlo.
Un cliente no me paga una factura, ¿qué puedo hacer?
Si un cliente deja de pagar las facturas y se convierte en un deudor o en un cliente moroso hay que empezar a tomar medidas cuanto antes. Tal vez, el inconveniente se solucione en un par de semanas, pero es importante que tengas un plan de acción para cuando pasen estas cosas porque eso te ahorrará tiempo y te permitirá que no se dilate.
Entonces, lo primero que tendrás que hacer es ser consciente de cómo está la situación desde que iniciaste la relación comercial hasta el día de hoy.
Posteriormente, tendrás que informar al cliente del impago, hay veces que se les traspapelan las facturas y podría ser un error, así que es conveniente adjuntar las facturas impagadas al email para que puedan revisarlo.
Si una vez enviado el correo anterior, explican que saben que existe la deuda pero que no pueden pagar, hay que invitarles a que cuenten cómo es su situación para que tu empresa pueda darles una solución que convenga a ambos, por ejemplo, pagar en plazos la factura en vez de pagar todo el monto de golpe.
De no haber respuesta por parte del cliente moroso, solo queda seguir intentando comunicarse con él o delegar en una empresa especializada en el tema como Grupo Intercobros.
Cómo reclamar un pago a un cliente
La comunicación con el cliente va a ser clave para conseguir que pague, así que no te lo tomes a la ligera. Es normal estar enfadado y querer hablar con él en un tono elevado y sin derecho a réplica, tú le diste el producto o servicio que habíais acordado y él no te ha dado la compensación económica que corresponde. Hasta ahí se entiende, pero te digo por experiencia que amedrentando a la otra parte no se llega lejos.
Así que para reclamar un pago a un cliente lo primero que tienes que tener claro es la situación, recaba todos los emails, mensajes, contratos, etc. y crea una carpeta exclusiva para este tema. Una vez que lo hayas leído todo es momento de dirigirte al cliente por escrito, si es posible, para solicitarle el cobro. Aquí es importante saber qué hay que decirle y, sobre todo, cómo ya que podemos acabar bloqueados si al receptor no le parecen adecuadas nuestras palabras.
Si necesitas un modelo de cómo recordar un pago a un cliente puedes echarle un vistazo a otro de nuestros artículos, donde enseñamos ejemplos de emails que puedes utilizar para contactar con él de manera profesional y utilizando estrategias para conseguir que acceda a pagar la deuda generada.
Por otro lado, si todavía no tienes creada una estrategia o los pasos a seguir para poder conseguir el cobro, puedes ver los puntos clave sobre cómo cobrar a un deudor que no quiere pagar que te ayudará a no llamar al cliente moroso sin tener un plan creado y acabar discutiendo con él de manera acalorada y sin una solución de por medio.
Denunciar a un cliente que no paga
Denunciar a un cliente que no paga es quemar tu último cartucho y te explico por qué.
Cuando inicias un procedimiento legal ya no hay marcha atrás. Contratar a un abogado, presentar la demanda, esperar a que se celebre el juicio… No es algo que puedas levantarte un día y decidir dejar a medias.
Por ese motivo, es la última opción que tienes, cuando realmente ya no hay manera alguna de llegar a un acuerdo con la otra parte. Por no hablar de que es la alternativa más costosa de todas y la que va a llevar más tiempo, ya que la justicia, lamentablemente, tiene unas demoras que a parte de indignantes son enormes.
Entonces, antes de iniciar un proceso jurídico que además de caro te va a llevar mucho tiempo, pide información a empresas de cobros como Grupo Intercobros y evalúa si vale la pena probar con esta opción antes de tirarte de cabeza a un juicio.
Ir al juzgado vas a poder ir cuando quieras, esa opción siempre va a estar ahí, es decir, puedes haber intentado llegar a un entendimiento de manera privada y al ver que la situación no mejoraba, decidir tomar medidas legales, de hecho, las empresas de gestión de imagos suelen tener también un bufete de abogados especializados por si ni hubiera más remedio que ir por dicha vía.
