Crédito financiero: Qué es y qué tipos básicos existen
La mayoría de inversiones o compras de media y gran envergadura —en términos económicos— que se llevan a cabo son realizadas gracias a la concesión de créditos financieros. Sin este tipo de ‘ayudas’, por ejemplo, el ciudadano de a pie raramente podría costearse un piso o un nuevo coche. La reciente crisis global ha provocado que las entidades bancarias sean mucho más precavidas a la hora de conceder creditos a sus clientes. Estos, a su vez, apenas suelen contar con la información necesaria como para saber qué posibilidades tienen para que un crédito les sea concedido.
Esta situación de desinformación no deja de ser un tanto paradójica, dado que los créditos financieros operan un papel clave en la economia de cualquier país desarrollado, sobre todo después de una época de recesión. Con todo, los ‘esfuerzos’ por parte de los órganos pertinentes a la hora de mantener a la ciudadania al tanto parecen no ser del todo eficaces, algo muy sencillo de comprobar si atendemos a cualquier encuesta o estudio serio que analice el nivel de conocimientos al respecto que posee la población española en la actualidad.
Aunque, obviamente, lo más sencillo es acudir a nuestra sucursal de confianza para que nos informe y asesore sobre los pormenores de este proceso de concesión de capital, a continuación vamos a ver algunos de los puntos elementales para, así, aclarar las dudas más básicas y recurrentes que suelen tener aquellas personas que están valorando la posibilidad de solicitar un crédito finacieros.
Concepto de ‘crédito financiero’
En síntesis, llamamos credito financiero a aquel proceso en el que una entidad —un banco, por lo general— presta una suma de dinero concreta a un sujeto —sea este un particular, otra entidad, etc.—. La primera pasa así a jugar el rol de ‘acreedora’, mientras que el segundo se convertiría en ‘deudor’. Una vez concedido el crédito, el deudor deberá ir devolviendo la cantidad percibida en plazos fraccionados —y estipulados previamente.
A estas sumas monetarias se les añadirán los intereses, que no son otra cosa que los beneficios resultantes del proceso financiero que obtendrá el acreedor. Estas ganancias —es decir, que debamos pagar más o menos intereses—, dependerán del monto total solicitado, así como del tipo de préstamo o crédito solicitado y de las condiciones establecidas por cada entidad.
Distintos tipos de crédito financiero
La elección de un tipo u otro de credito financiero —así como de su concesión por parte de la entidad acreedora— dependerá de las particularidades de cada cliente y de los requisitos estipulados por cada entidad bancaria en cuestión. A continuación veremos cuáles son las principales clases de créditos financieros que suelen solicitarse en España. Los parámetros más determinantes a la hora de hacer esta distinción, como podrá decucirse, son la cantidad solicitada por el inminente deudor, los interes añadidos y consecuentes plazos a los que este último deberá ajustarse para devolver el capital recibido.
- Créditos hipotecarios
Con bastante probabilidad, los creditos hipotecarios son los más conocidos. Son aquellos solicitados para comprar una vivienda, por lo que la cantidad que se concede al sujeto deudor es relativamente elevada. Así, este tipo de crédito finaciero suele tardar varias décadas en ser devuelto a la entidad financiera.
- Créditos personales
Esta clase de crédito financiero suele ser fruto de una necesidad puntual por parte de una persona. Es decir, que el sujeto que lo solicita busca cubrir con el dinero obtenido un desembolso imprevisto o poco habitual y de poca envergadura, como puedan ser los gastos derivados de un accidente o de la celebración de un evento.
Los intereses de estos creditos suelen ser más elevados que los que conllevan las concesiones hipotecarias, dado que, en estas últimas, la propia vivienda es garantía suficiente para la entidad bancaria. Para conseguir un credito de este tipo, en no pocas ocasiones suele jugar un papel fundamental el historial crediticio del cliente en cuestión, sobre todo después de épocas de recesión economia —durante las cuales, como apuntábamos, los bancos suelen ser más cautos.
- Créditos de consumo
La principal diferencia entre un credito personal y un crédito de consumo es que estos últimos buscan cubrir la adquisición de un bien o un servicio cuya durabilidad es mayor y constatable en el tiempo —un vehículo, una reforma, un electrodoméstico, etc.—. Al igual que sucede con los creditos personales, los créditos de consumo suelen acarrear unos intereses más elevados que los que genera una hipoteca. Con todo, el plazo de vencimiento de esta clase de préstamos no suele exceder los cuatro o cinco años.