El transporte por carretera se encuentra en plena crisis, la peor desde hace décadas. España es uno de los países más afectados, con una carencia de 20.000 camioneros. La exigencia de trabajar en el transporte, junto con la falta de conciliación familiar, está alejando a los más jóvenes de un sector cada vez más desatendido.
En todo el mundo surgen escenas relacionadas con la escasez en los supermercados, algo que el sector del transporte llevaba años advirtiendo. Esta situación trajo consigo un aumento en los precios de los alimentos, situación que la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic) espera se revierta pronto.
Un debate mundial para transformar el transporte
El transporte desempeña un papel fundamental para respaldar el crecimiento económico, crea empleo y conecta a las personas con los servicios esenciales. Pero para los países en desarrollo, estos beneficios no se materializan y todavía hay 1000 millones de personas que viven a más de 2 horas de una carretera pavimentada.
Las empresas de transporte por carretera, acompañadas de la representación de los trabajadores, claman una acción por parte de los gobiernos para abordar los problemas laborales, el aumento de los precios del combustible y las restricciones relacionadas con la pandemia en el sector, con el fin de contener la rotación de los conductores y prevenir interrupciones en las cadenas de suministro.
Dado el grave momento que atraviesa el transporte por carretera, se hace necesario un debate mundial para transformar el sector y convertirlo en uno más respetuoso con el medio ambiente. Algunos estiman que esto podría generar 15 millones de nuevos empleos en el mundo y ayudar a los países a pasar a economías más verdes y saludables.
Las consecuencias de la subida del precio del combustible
Además del covid-19, el sector del transporte ha estado luchando con la subida imparable del precio del combustible desde enero de este año. Esta subida afecta sobre todo al transporte pesado de mercancías por carretera, el cual ha registrado un sorprendente incremento de costes, cercano al 10%.
La crisis debida a la pandemia provoca una disminución en el número de ofertas de transporte y, por ende, una reducción de los salarios para los conductores que ya no se corresponde con lo que los trabajadores están dispuestos a aceptar. Se ha llegado al punto en que, de acuerdo con los datos disponibles, el transporte de mercancías por carretera se ha convertido en la crisis económica derivada de la pandemia con el mayor nivel de oferta desde el año 2010.
Esta situación es muy crítica para toda la industria, lo que ha motivado la actuación de la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, a fin de pedir ayuda ante los actuales precios del combustible.
El transporte por carretera se encuentra actualmente en una de las mayores crisis de la última década. Las empresas del sector claman a los gobiernos que tomen medidas para abordar los problemas laborales, el aumento de los precios del combustible y las restricciones relacionadas con la pandemia actual.
Se necesita un debate mundial para transformar el sector y sacarlo victorioso de esta crisis. Con una transformación adecuada se crearían 15 millones de nuevos empleos en todo el mundo y ayudaría a los países a pasar a economías más verdes y saludables.
Por último, aunque los precios del combustible se mantienen elevados desde enero, algo que afecta especialmente al transporte pesado de mercancías, hay que señalar que los conductores están experimentando una reducción significativa de su salario, lo que ha llevado al sector a una crisis económica que tiene su mayor nivel desde el año 2010.