El uso de los términos deudor y acreedor, está bastante expandido en nuestra sociedad, sobre todo en situaciones que tienen que ver con las finanzas. Sin embargo, en muchas ocasiones se presentan malentendidos, al no ser empleados de forma correcta por muchas personas, quienes, desconocen completamente de qué se trata. Por este motivo, queremos que estés al tanto de su significado, características y diferencias.
Asimismo, es importante que conozcas lo que la palabra deudor y acreedor implican en procesos o reclamaciones judiciales. Los que deben efectuarse por medio de soluciones profesionales, en caso de que se presenten eventualidades desfavorables. Así que debes saber cómo exponer tus ideas de forma específica respecto a ambos términos; esto hará que la comunicación y el entendimiento sean claros.
Principales características del deudor
En el campo legal, el término deudor está asociado directamente con personas físicas o jurídicas, quienes tienen una obligación económica. De modo que si no se cumple con el plazo estipulado para pagar las deudas, el patrimonio corre el riesgo de ser embarcado. Esto implica que sea subastado, haciendo que el dinero resultante solvente cualquier obligación económica de la persona –así esté en bancarrota–.
Otro de los aspectos que caracterizan al deudor, es que la deuda tiene que ser pagada a un acreedor; quién está en su derecho de exigir la firma de un contrato, donde especifique las prestaciones concernientes en el marco legal. En el caso de que existan escenarios de morosidad, se debe actuar de inmediato. En este sentido, lo más recomendable es contar con los servicios de los expertos financieros.
Por su parte, la persona o a las instituciones como corporaciones que adoptan el término de deudor, ameritan pagar sus cuotas mensualmente. Ya sea en hipotecas, alquileres, o en la contratación de servicios públicos, donde el pago de impuestos es fundamental. Claro que existe la posibilidad de llegar a acuerdos voluntarios, con el fin de evitar las consecuencias de la quiebra.
¿Cuáles son las características del acreedor?
En caso contrario al deudor, el acreedor es aquella persona física o jurídica que está en el derecho de que se paguen sus prestaciones. Independientemente del monto estipulado, puede actuar conforme a la Ley, exigiendo la retribución de la deuda a cómo de lugar. Por otro lado, los acreedores se caracterizan por ser tiendas, propietarios, bancos o entidades contratadas por el deudor.
Es por ello que se establecen plazos concretos, donde la figura del acreedor acepta ciertos riesgos si se presentan situaciones de morosidad. Aunque, existen herramientas prácticas, que pueden incluso ayudar a los acreedores a acceder al historial crediticio de los clientes. Esto con el propósito de prevenir cualquier eventualidad que se presente con deudores de mala reputación financiera.
Diferencias entre el deudor y el acreedor
Ahora que ya conoces las características más resaltantes concernientes al deudor y al acreedor, es importante que reconozcas sus diferencias más significativas. Una de las más importantes, consiste en las responsabilidades derivadas de los pagos. El deudor, es quien tiene que cumplir con los plazos estipulados de la deuda y el acreedor, quien exige el pago; todo dentro del marco legal.
Un ejemplo muy práctico para entender las diferencias entre el deudor y el acreedor, podría ser la prestación de dinero por medio de entidades bancarias. En estos casos, el deudor amerita comprar una vivienda o un vehículo propio, y no cuenta con los medios para hacerlo por su cuenta. Entonces, acude al acreedor que es el banco y en el contrato, se fija una fecha límite de pago.
De forma similar, ocurre con las PYME que ofrecen sus servicios como proveedores de cualquier tipo de producto o materia prima. Ante estas circunstancias, el deudor se diferencia del acreedor, porque es quien tiene el deber de pagar estos recursos en una fecha límite. Generalmente, los pagos son a futuro, porque se abonan una vez se cuenta con la mercancía en el establecimiento físico de quien los solicita.
Por este motivo, se recomienda que las personas que cumplan con la figura del acreedor, cuenten con el asesoramiento que les ayude con los cobros. Ya que este es el mejor medio, al momento de recuperar las facturas impagadas, apelando por herramientas profesionales en el cobro de las deudas. Considerando que los procesos legales y judiciales son delicados, requiriendo acuerdos estratégicos de gran valor.