La liquidez de una empresa es importante por varios motivos, pero antes de entrar en ellos dejemos claro qué es para entender por qué es un indicador de buena salud empresarial.
Para empezar, podríamos decir que la liquidez es la cantidad de activos líquidos que tiene una empresa, ¿y cuál es el activo más líquido? El efectivo. De esta manera, la facilidad que tiene un activo de convertirse en capital sin que esto afecte a su valor o a su precio en el mercado también recoge el significado de liquidez.
Y, ¿esto por qué nos podría interesar? Bien, si una empresa tiene la facilidad de convertir activos en efectivo, es decir, en liquidez nos estará indicando que tiene la capacidad de tener efectivo necesario para pagar las facturas. He ahí la importancia de saber si nuestro cliente tiene o no liquidez porque esto nos dirá si tiene la capacidad de pagarnos por nuestros servicios o productos.
De hecho, comúnmente se piensa que los clientes son siempre los que eligen a la empresa a la que le quieren comprar, pero esto no es del todo cierto. En las relaciones comerciales, ambas partes pueden aceptar o rechazar según sus intereses, por ejemplo, si un posible cliente mostrara interés por uno de mis servicios y yo tuviera acceso a su informe anual donde viera que su negocio no marcha bien, yo podría declinar la posibilidad de trabajar para dicha empresa debido a los riesgos que habría se sufrir un impago. Tal vez, esto suene un poco descabellado, pero si lo pusiéramos en práctica más a menudo, nos ahorraríamos problemas con más de un cliente.
Por otro lado, todo aquello que la empresa tenga que pagar lo veremos reflejado en los pasivos financieros, por ejemplo, préstamos, facturas, tarjetas de crédito, etc., por ese motivo, si vemos que su efectivo puede cubrir estos gastos estaremos ante un negocio sano que financieramente podrá asumir el costo de nuestro servicio. El problema de no controlar los pasivos puede traducirse en que la empresa irá aumentando su deuda debido a los intereses, aunque no haya adquirido ninguna nueva posteriormente.
A todo lo anterior, hay que añadir que en periodos de crisis, como en el que nos encontramos, es más importante si cabe, tener liquidez debido a la inflación y al aumento de los tipos de interés.
Entonces, ¿cómo podríamos detectar que a una empresa le falta liquidez? Estos son algunos de los indicativos que pueden poner de relieve la poca liquidez de una compañía.
- Pagos de facturas tardíos.
- Petición de pagos fraccionados.
- Falta de comunicación con los proveedores.
- Peticiones extraordinarias sin contratos de por medio.
- Solicitudes de cambios en las fechas de las facturas.
Básicamente, podremos ver los síntomas en todo aquello que tenga que ver con la necesidad de efectivo a corto plazo porque dicho efectivo es el que sirve para pagar facturas, créditos, etc.
¿Qué hacer si mi cliente no tiene liquidez ?
Si detectas que tu cliente no tiene liquidez y ya tenéis un acuerdo firmado, lo más probable es que te toque esperar a que te pague.
Lo ideal es que en el próximo acuerdo comercial, acordéis que el pago será por adelantado, para asegurar que se llevará a cabo. Es cierto que esto puede ocasionar un poco de tensión, por ese motivo, mi consejo es que se lleve a cabo de manera presencial o por videollamada para que ambas partes puedan exponer sus puntos de vista y que luego, todo lo hablado se recoja en un email a modo de resumen de la reunión y que se envíe a todos los participantes que asistieron para, posteriormente, redactar el nuevo contrato.
Si la otra parte no llegara a aceptar el pago por adelantado y su empresa tuviera falta de liquidez, lo mejor sería plantearse si realmente vale la pena seguir teniendo como clienta a una compañía que muestra claros signos de no estar pasando por un buen momento económico.
Puede que romper una relación comercial sin haber tenido una experiencia negativa previa pueda parecer drástico, pero lo cierto es que si sabes que una empresa no va bien y no ves voluntad de mostrar que sí podrán hacer frente al pago, yo me lo pensaría dos veces.
La última opción sería seguir adelante con la relación comercial, ya que nunca ha habido problemas y tener en mente a una empresa de recobros que se encargara de monitorear los pagos del cliente en caso de comenzar a dejar de pagar las facturas. De esta manera, te sentirías más tranquilo de saber que hay alguien que podría ayudarte de así necesitarlo y, mientras tanto, podrías seguir trabajando con el cliente.
En Grupo Intercobros trabajamos principalmente con afectados por impagos que no quieren perder la relación comercial con la otra parte, ni dañar su imagen, pero que quieren recuperar su dinero y dejar de tener deudores. Por ese motivo, si te gusta esta manera de trabajar, te invito a que nos escribas contándonos tu situación para ver qué manera podemos ayudarte.