Una de las principales metas financieras de cualquier empresa es tener solvencia económica. Pues, eso le otorga la capacidad de asumir con responsabilidad cualquier tipo de problema económico. Por consiguiente, serán capaces de satisfacer deudas en su totalidad. Lo que aumenta las probabilidades de ingresar en sociedades enriquecedoras. Precisamente por ello, deben evitar a toda costa los impagos.