Cómo negociar una quita
La quita de deuda puede llegar a propuesta del deudor o del acreedor. En caso de que la quita surja del deudor este tendrá que realizar una petición formal a los acreedores pidiendo la rebaja de lo que debe. Si la quita la proponen los acreedores han de liberar la parte de la deuda que decidan también de manera formal y escrita.
Muchos deudores creen que la quita les ayudará a salir del paso, pero las quitas de deuda también traen consecuencias. Por ejemplo, su fiabilidad para lograr un préstamo hipotecario se ven muy reducidas. No son morosos, y no entran en ningún registro; pero pierden confianza para cualquier entidad prestamista. Y es un documento formal, queda totalmente registrada para la posteridad.
Quita de deuda para empresas
Solemos asociar la quita a impagos inmobiliarios, pero se aplican a impagos entre empresas, o incluso entre empresas y personas físicas. Incluso a instituciones públicas. En el momento en que una empresa supera su capacidad para endeudarse no puede funcionar. Por eso ponen en marcha mecanismos legales para poder afrontar la deuda y al mismo tiempo seguir abiertas.
Las quitas son comunes en los concursos de acreedores. En un concurso, un juez impone una serie de condiciones administrativas a la empresa. Una de estas condiciones puede ser una quita para garantizar que al menos todos los acreedores cobren algo. Con todo, las posibilidades de mutuo acuerdo son bastante probables, y es una solución que se emplea a menudo en el mundo profesional del recobro.