La inexperiencia en impagos seguramente juegue en nuestra contra a la hora de llevar a cabo una correcta gestión en el recobro de impagados. Y en no identificar a los conocidos como morosos intencionales. Éstos están acostumbrados a los impagos pero, ¿cómo actuar frente a un moroso intencional en la gestión de impagados?
Como empresa especialista en recobro de impagados y gestión de impagos, desde el Grupo Intercobros queremos ponerte en sobreaviso a la hora de identificar de forma correcta y saber cómo actuar si has sido víctima de lo que se conoce como un moroso intencional. Saber cómo actuar frente a un moroso intencional es importante para no entrar en su juego, no ceder ante sus pretensiones y por ende, no acabar asumiendo un impago que éste promete hacer eterno.
El moroso intencional es un provocador nato, use el tono de voz que use y es algo que no nos debe engañar. Puede ser que el moroso se muestre altivo e incluso maleducado y grosero. Mantener la calma es importante. El objetivo por nuestra parte es el recobro de impagos y por tanto su actitud no nos debe hacer que abandonemos nuestro empeño.
En la gestión de impagados debemos actuar con firmeza y transmitir al moroso intencional que ya no conocemos su juego. Es decir, cómo actúa, todas sus excusas y cuál es el objetivo de él para salirse con la suya. Simplemente al más mínimo síntoma de impago, actúa. Debemos informar al moroso de todas las consecuencias de no pagar una deuda, de los intereses de demora que va a tener que pagar… actúe siempre con la razón y la ley en su mano.
Sin duda, detectar al posible cliente deudor a tiempo es garantizar la supervivencia de tu propia empresa. Delegar dicha gestión de impagos y el recobro de impagados nos ayudará a solucionar este problema de antemano, HAZ CLICK AQUÍ para pedir ayuda. Y seguimos en cómo actuar frente a un moroso intencional porque ojo, éste podría esconderse tras una fachada impoluta y brillante. Las apariencias engañan, la única que habla es la conducta de cada uno. No lo olvides.
Cómo no, cuantas más pruebas documentales tengamos mucho mejor. Por eso, en todos los casos y más con los morosos intencionales o aquellos que podamos tener nuestras dudas, lo mejor es establecer contratos en los que esté bien claro las condiciones y plazos de pago. Asegúrate de poner los medios para cobrar y nunca te fíes de la iniciativa propia del cliente.