La crisis económica derivada de la crisis sanitaria provocada por la aparición en escena del COVID-19 ha puesto entre las cuerdas, una vez más, al pequeño comercio. Tras dos meses de nulos ingresos y hacer frente a continuos gastos, la vuelta a la normalidad se prevé dura para muchos de estos comercios. Si a esto le sumamos el impago por morosidad, la cosa se complica.
Con el avance en las desescaladas, en España vuelven a abrir los pequeños comercios. La vuelta a la normalidad no va a ser de un día para otro, si no que se espera que la actividad económica anterior al COVID-19 aún tarde meses en llegar. El miedo al virus y sus efectos económicos afectan directamente al pequeño comercio que tiene que hacer frente ya a ofertas y descuentos durante todo el año, pero también a la gestión de impagados. El cobro de morosos puede ser la única tabla de salvación para estas pequeñas empresas.
Levantar la persiana y que entren clientes supone para las tiendas todo un desafío, eso está claro. Y más con las exigencias sanitarias y de aforo establecidas por el Gobierno. Sin embargo, éste no es el problema mayor al que se enfrentan pequeñas tiendas de barrio. La morosidad puede suponer para ellas el auténtico lastre para su completa recuperación. Facturas por pagar, cobro de impagados, clientes y distribuidores morosos… una realidad insostenible y más en estos tiempos, ¿qué hacer?
Cobro de impagados en el pequeño comercio
Según el último Boletín de Morosidad y Financiación Empresarial elaborado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), cerca del 70% de este pequeño comercio tiene facturas sin abonar. En algunas ocasiones, son facturas que no suponen grandes cantidades económicas y que, en la medida de lo posible, se pueden ir aplazando pero en otras sí que supone un auténtico quebradero de cabeza para las pequeñas empresas.
Optar por el recobro de impagados puede ser la única solución para conseguir que éstas puedan recuperar lo que es suyo. Importes que en muchas ocasiones pueden ser de miles de euros. Y tanto si hablamos de clientes finales como de distribuidores. En estos momentos dónde cada euro es analizando con lupa por el pequeño comercio, contar con casos de morosidad puede llegar incluso a hacer que éste cierre la persiana para siempre.
¿Qué hacer si tengo un pequeño comercio con deudas e impagos?
El objetivo está claro: recupera tus deudas y salva tu negocio. Es tu dinero, es tu trabajo, es tu futuro. Puedes optar por fórmulas como las que te ofrece Grupo Intercobros, sin coste inicial ni cuotas con reclamaciones extra judicial con tarifas especiales pymes. Además, tú mismo podrás desde el área de cliente llevar un control exhaustivo de cómo avanza todo este proceso para que puedas cobrar tus deudas, acceder a tus expedientes, desde cualquier dispositivo o a través de nuestra app, subir tus facturas impagadas, revisar las gestiones de cobros, previsiones de cobros y estadísticas… y todo ello desde una personalización en lo que a la gestión y la atención se refiere. Con nosotros estás más cerca de tu pequeño comercio solucione sus problemas de impagados. ¿Hablamos?