Todos sabemos que los clientes son la base, el futuro y el corazón de toda empresa. Sin ellos, no habría una razón para hacer negocios y de hecho sería imposible sustentarlos. Es decir, son totalmente imprescindibles y necesarios. Sin embargo, mientras que su efecto en una compañía puede llegar a ser increíblemente positivo, cuando nos encontramos con clientes morosos el resultado puede ser totalmente contrario.
Lo cierto es que evitar a los clientes morosos de manera absoluta es algo casi imposible. Después de todo, es difícil saber qué tipo de retos financieros podría enfrentar cualquier individuo en momentos de su vida o cuándo se cansarán de pagar por un servicio o quieran sacarle más provecho del que deberían. Sin embargo, conocer cómo estos impactan tu empresa te ayudará a crear estrategias para evitar que la derrumben por completo al final del día. ¡Vamos a ello!
La importancia de conocer quiénes son tus clientes morosos y cómo te afectan
La mayoría de las empresas que trabajan con clientes saben que los morosos existen y que siempre están presentes, no importa cuánto se trate de luchar contra ellos. Sin embargo, esto no es suficiente. Muchas compañías solo reconocen a estos clientes como un porcentaje de pérdida o simplemente individuos en incógnito que han fallado en pagar una factura. Esto suele causar que las empresas no sepan cómo cobrar dichos impagos de manera efectiva.
De hecho, también imposibilita la capacidad de originar estrategias específicas para cada tipo de clientes morosos. Esto da como resultado un círculo vicioso de impagos y recobros, dejando el impacto en la empresa que todos nos imaginamos: una deducción en los ingresos. Y esto no nada más afecta al dueño de la compañía, sino que tiene un efecto en cadena que podría llevar al retraso de las nóminas de los empleados, el deterioro del sistema y efectividad de la empresa.
Asimismo, también puede ocasionar una disminución en la calidad de productos y servicios; deudas dentro de la propia compañía y mucho más. Sin duda, se trata de un efecto bastante grande que, si no se previene a tiempo, podría ser catastrófico. Es por ello que conocer de manera específica a tus clientes morosos es de suma importancia; te ayuda a desarrollar estrategias enfocadas dependiendo de los patrones y situación personal del individuo.
La gestión de los clientes: un proceso necesario
Con el fin de evitar que los clientes morosos terminen por deteriorar a tu empresa en un punto de no retorno; es necesario desarrollar estrategias contundentes. Lo primero es empezar con una correcta gestión de los clientes, que además se liga muy de cerca con el servicio y satisfacción del cliente. Esto significa conocer las necesidades, hábitos, historial financiero y preferencias de cada individuo. Sí, esto también incluye sus deudas, formas de pago, responsabilidad, etc.
Aunque pueda parecer una invasión a la privacidad, de hecho, es la clave para cobrar impagos de manera eficiente. Esto, a largo plazo, ayudará a mantener la estabilidad de la empresa. De hecho, también podría ayudarte a crear mejores relaciones con tus clientes, a resolver problemas de manera más eficiente y a mejorar la productividad en general. Se trata de un arreglo que solo puede traerte beneficios.
La mejor manera para tratar con deudores
Ahora, sabemos que todo lo que acabamos de mencionar anteriormente puede parecer una gran cantidad de trabajo. Asimismo, también podría ser una gran inversión que muchas personas no se pueden permitir, sobre todo si tienen un porcentaje alto de clientes morosos. Por suerte, en la actualidad existen muchas soluciones modernas, centradas en la autonomía y el mundo digital. Se trata de un programa CRM.
En el caso de Grupo Intercobros, el CRM online se encarga de llevar el historial y registro antes mencionado de los clientes morosos; importantes para saber cuál es su impacto específico en la empresa y como abordar sus deudas dependiendo de los patrones. No nada más eso, también cuenta con un asesor asignado que se encargará de monitorear todos los aspectos y proceder con la técnica más adecuada. Básicamente, no tendrás que hacer nada, dejándote dedicar tiempo a la empresa.
