Difícil es encontrar empresas que no sufren algún que otro problema con un cliente que, de repente, no puede pagar una factura o se retrasa. Cuanto más tarde aplacemos solucionar este problema, más difícil encontraremos una solución óptima ante los problemas de impago. Éstas con cuestiones las cuales no queremos nunca tener en cuenta pero en ocasiones, llegan y más vale afrontarlas con autodeterminación.